Cuento 1 luna
Luna
Había una vez un famoso vector, aburrido porque no se le consideraba el sentido
decidió viajar a la Luna, para ver si ahí, en ese lugar, si habían seres que lo
consideraran en plenitud.
Y se encontró con unos enanitos verdes, fortachones y simpáticos, que le hicieron
miles de preguntas acerca de cómo era que en la tierra había seres que no le
encontraran sentido al sentido, siendo que es tan importante ya que si así fuera no
se sabría hacia dónde la Tierra atrae a la Luna o hacia dónde la Luna atrae a la
Tierra.
Los enanitos verdes le dijeron al vector: "no te ofendas, pero aquí también hay
seres que se parecen a ti, pero nosotros los llamamos simplemente "flechas", así
nadie se confunde".
El vector se miró a sí mismo y se quedó pensando un rato y ¡claro!, dice el vector,
si toda la confusión nace de una tontera, yo nací para deleitar la matemática (un
plato de comida muy rico que se sirve en la Tierra) y bueno llegaron unos que se
decían físicos y me empezaron a utilizar y a usar. Ahí fue cuando algunos, que no
eran físicos, no comprendieron mi naturaleza y no me entendieron y me quitaron
parte de mi razón de ser.
Sin embargo, he visto que hasta el terrícola más simple, me utiliza correctamente,
muchas veces ni siquiera me conoce, ni sabe de mi existencia. Permanezco oculto
Cuentos Didácticos de Física Hernán Gonzalo Verdugo Fabiani
Preparado por Patricio Barros 4
para miles y miles de personas, grandes, más grandes, chicos y más chicos, sin
embargo, me usan y abusan. Mira enanito verde, por ejemplo: a un niño terrícola lo
envía su mamá terrícola a comprar un crédula (algo nuevo, que recién apareció en
el mercado) y le dice: ándate en la dirección del viento y cuando llegues a la
esquina toma el sentido de la aurora boreal pues ahí está lo que te pido, y el niño
entendió muy bien el mensaje y no se perdió.
Yo, como soy un vector, me pongo a reflexionar y digo: si no hubiera un sentido
¿habría llegado el niño a buscar lo que su mamá le pidió?
Ves, hasta un niño puede usarme con facilidad, no sé por qué ahora, algunos
terrícolas grandes me quieren ignorar, esto me entristece y ya no sé que hacer.
El enanito verde le dijo: “no te apenes, verás como aquí en la Luna te vamos a
querer como te mereces” y el vector, muy entusiasmado, se quedó a vivir en la
Luna
Y no pasaron más de dos eclipses y ta ta ta tan.
Las campanas doblaron el vector se prendó de la Luna y aceptó vivir con ella para el
resto de sus días o para la eternidad, lo que llegue primero, y así el vector y la luna fueron felices para siempre.
Una historia maravillosa la que nos permite desarrollar la capacidad de analizar lo importante que es el sentido en nuestras vidas.
ResponderEliminares una buena estrategia de como aplicar la fisica en nuestras vidas!
ResponderEliminarexcelente metodo compañero.
ResponderEliminarme parece que aqui podemos aplicar la fisica mas facil
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